El sábado tuve bodorrio. Una de las cosas malas de que tus amiguetes sepan de tu afición fotográfica es que ante un evento te "invitan" a que te lleves la cámara para inmortalizar el evento, a lo cual accedí para no parecer un 'saborío'. Tras la serie de rigor paseando por las mesas para complacer a la protagonista novia me dí una vuelta para despejarme un poco, y me acerqué a la zona donde andaban los críos. Benditos ellos!!! Sacar tres fotos que me gusten de entre diez instantáneas a estos angelitos es puro placer para mi ego fotográfico, qué naturales son los jodíos...
1 comentario:
A espontaneidade infantil me fascina.
Adoro...
Um beijo imenso!
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