22.2.12

Tres encinas


A veces me quedo envelesado admirando solitarias encinas y chaparros que me encuentro por estos extensos llanos de la Andalucía en la que me tocó vivir. Antaño abundantes, se alzan como verdaderos náufragos que sobreviven a tiempos pasados en los no eran extrañas de ver extensas manchas de estos nobles árboles.

También recuerdo, de una forma menos poética y más mundana, el magnífico almuerzo del que dí cuenta hace un par de años en el restaurante Tres Encinas de la calle Preciados de Madrid, sublime cuanto menos...
Dr. Jekyll & Mr. Hide, no sé quién me seduce más...

4 comentarios:

Teté M. Jorge dijo...

Que cena maravilhosa... muito repousante...

Beijo carinhoso.

larraz dijo...

Paisajes curativo el tuyo a pesar de estar manufacturado por el latifundio.

ercanito dijo...

me has dejado descolocao

Pello Pagola dijo...

tremenda jaime....